Un día como los días de los sueños.

A pesar de hoy volver a verte, de tocarte, de abrazarte, de besar tu cuello. No sentí aquella atracción inmensa que sentía antes. Supongo que de tanto pensarte, ya no te necesito a mi lado, no en éste momento. 

Estás en mi memoria, aun te quiero, es cierto.

Gracias por intentar ayudarme, pero no. No acepto las cosas que no merezco. Hoy no me preguntaste por qué no me dejaba ayudar... Porque no me lo merezco. Porque te lastimé muchisimo, y no merecías eso, mereces alguien que te dé amor. Y por eso, si algún día quieres volver, te estaré esperando, a mi manera y de mi forma, pero estaré siempre para ti, cuando lo desees.
Podrás contar siempre conmigo.

Para ser honesto, no me enamoré denuevo, es solo una fugáz atracción de espánto, una necesidad enfermiza de estar con otra persona que no seas tu. Quizás sea preocupante, lo sé, y quizás no debería hacerlo, porque sería ser egoista... Pero sabes que? Jamás me importó lastimar a otros. Por qué cada vez que lastimé a alguien, se hicieron más fuertes, y antes de insultarme, criticarme y decir cosas que puedan lastimarme, deberían agradecerme. Su fortaleza se hizo mayor cuando yo los lastimé. Quizás en el momento fué lo peor, pero lo superaron, y eso es justamente lo que buscaba, que lograran superar sus miedos, ser valientes, fuertes.
Solo me queda decirles a todos ustedes personas que lastimé: Buena Suerte.

Mientras más inventen de mí, me haré más fuerte.
Mientras más mentiras digan de mí, seré más grande.
Mientras más hablen de mi vida, me harán sentir más importante.
Mientras más se preocupen por lo que hago, por lo que digo, por lo que pienso, por cada uno de mis más minusculos movimientos, me hacen sentir importante, poderoso, mi ego sube hasta el cielo, y al cielo lo destrozo. 
GRACIAS, TOTALES.