viernes, 23 de septiembre de 2011

Cartas a Nadie

Es cierto y no voy a negarlo. Cuando me dejaste creí haberlo perdido todo. Es más, a pesar de todo lo que pasó, pienso en perdonarte, ¿Por qué? Porque fuiste todo para mí, y aunque para tí no tenga explicación, me había acostumbrado a vivir contigo y aunque me halla costado superarlo, me acostumbré a tu ausencia. Aunque en realidad quiero decirte que si algún día pensas volver, no voy a estar, aunque quiero que sepas que siempre vas a tener mi hombro, un hombro donde llorar. Y a pesar de que me dolió hasta el alma no poderte ver, lo superé, y hoy estando sin tí, estoy bien.
No olvides todo lo que yo te enseñe: Te será útil por siempre.
Ahora estoy bien, no se si aún te importaría saber de mi. Pero soy feliz. Conocí aún más profundamente a alguien que jamás la ví como la veo hoy. Y me hizo feliz. Sin hablar, sin besarme, logró que me olvidara de tí, tan solo su mirada y su sonrisa logró cambiar mi humor, logró lo que otras personas no lograron jamás. Pero aún así no olvido los momentos contigo, esos quedaran lamentablemente en mi mente. Donde habita el olvido.

Querido Sabina: Siempre te escuché con gran admiración, pensando que algún día quería ser como vos. Experiente y sabio, sin nada que reprocharle a la vida. Pero últimamente, he llegado a sentir rechazo por tí, no he querído ni escuchar tus canciones. Y aunque jamás me leas te contaré por qué:
Porque me has robado! Todas mis ideas, es difícil escribir algo cuando antes estuviste tú. No es sencillo vivir bajo la sombra de un gran artista como vos, aunque no pueda igualarte y mucho menos superarte, quiero que sepas que a pesar de que me has robado mis ideas, yo aún te admiro, desconocido mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario