viernes, 9 de marzo de 2012

Honesto con vos.

A vos, que tanto daño te hice, sin quererlo pero lo hecho está hecho. Lamento todo, juro que lo lamento de verdad.
Pensarás que es otra de mis mentiras, de mis palabras vacías. Pero no, jamás antes había escrito con tanto sentimiento... Probablemente no me creas, pero quise sanar una herida, y terminé abriendo otra... Y otra, y otra más. Quise hacer mi bien a tu bien. Pero salió mal.
Hoy es tu día, es tu cumpleaños y por eso te escribo todo lo que te tuve que haber dicho antes. Si tengo que ser honesto te digo que me enamoré de vos, pero no confié en vos; y quizás ese fué el problema de todo esto. Espero que algun día me entiendas, y puedas perdonarme. Estaré esperando tu respuesta de por vida. 
Si tengo que ser honesto, tengo que confesarte que sentí rabia de que estuvieras con alguien que NO te merecía, con quién solo sufrías... Y yo terminé haciendo pateticamente lo mismo. Si tengo que ser honesto, te diría que si pudiera cambiaría las cosas, pero no puedo.
Y si tengo que serte honesto... En ningún momento se me voló en peluquín. Será mi forma de ser quizás, esa necesidad se siempre salir ganando. No lo sé.
Lamento jamás poder amarte, jamás entregarme por completo, jamás hacer lo mío tuyo.
(Algúna vez me hiciste leerte, y decías que hubieras querido que todas esas cartas anónimas que alguna vez escribí fueran para tí... Y ahí está tu propia conclusión -no creo que aún me entiendas, por eso paso a explicartelo.- fueron son y serán Cartas a Nadie. Ahí está el quid de la cuestión. Solo dediqué  unas 10 de 157 entradas... Son anónimas, son para Nadie. No te diste cuenta quizás, pero me definiste muchas veces tan bien: -Laberinto, -Duda. Eso soy.)

Hasta la próxima vez, mi viejo karma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario